Siete mil mujeres y Araceli. El poder de la amistad.

Los seres humanos empezamos a contarnos historias cantando. Unir nuestras voces nos hacía sentir parte de una comunidad, el ritmo nos ayudaba a memorizar los acontecimientos compartidos, el sonido de nuestros instrumentos nos empujaba a bailar y de esa manera celebrábamos y nos hacíamos presentes en los relatos que procedían de nuestros ancestros. Cantábamos para contarnos los peligros que habíamos sorteado juntas, nuestras alianzas con los seres humanos y no humanos. Nuestra identidad estaba ligada a aquellas canciones.

Hoy en Kenia hay 7000 mujeres que siguen cantando para no olvidar. Quieren honrar el recorrido que están haciendo juntas, basado en la amistad, el apoyo mutuo y el conocimiento compartido. Lo llaman Nikumbuke, que en swahili significa “recuérdame”. En los trazos de esta canción hay una frase que se repite: “gracias, Mamaraceli, te estimamos”.

¿Quién será esta mujer? ¿Qué alianzas han trazado hasta crear un reino sin fronteras basado en la sororidad, al que han bautizado como “Keendom”? Juntas han mejorado el acceso al sistema de salud, tienen mayor conocimiento sobre su salud sexual y reproductiva, han ganado en autonomía y reconocen su soberanía.

Mamaraceli sale de los trazos de esta canción para contarnos que todo empezó cuando ella, la antropóloga Araceli Alonso, recibió una carta procedente de un lugar que no aparecía en los mapas y cuya remitente, Mariamo, era una absoluta desconocida.

Aquella carta fue el punto de partida de un movimiento que hoy tiene nombre propio: “Health by Motorbike” y que ha proporcionado motos para que las personas enfermas puedan trasladarse al hospital más cercano, ha construido cientos de tanques de recogida de agua de lluvia, ha formado a más de 100 trabajadoras comunitarias que facilitaran el cuidado colectivo, ha creado escuelas vocacionales para chicas… y ha implicado a decenas de jóvenes estudiantes procedentes de múltiples ramas del saber para que compartan e intercambien sus conocimientos en ese keendom en el que siete mil mujeres y Araceli dan fe del poder de la amistad.

Unleashing the Power of Friendship (Desatando el poder de la amistad)

Lo que comenzó como una carta y como un simple acto de amistad y “recuérdame” (nikumbuke en swahili), pronto se convirtió en una iniciativa de salud compleja e integral para mujeres y niñas que ayudó al gobierno local en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades para mujeres y niñas. niñas que vivían en áreas rurales aisladas y remotas del sureste de Kenia.